A ti, que cruzaste mi mente por tanto tiempo, y ni nombre te encontre, no existias en mi vida pero como te soñe, estuviste tan cerca y nunca te encontre, a ti fantasma, a ti...
¿Por qué me importa?
¿Por qué la quiero?
Si ayuda no aporta,
tampoco consuelo.
¿Qué ha hecho ella,
para hacerme quererla?
Si no la quiero
¿Por qué la deseo?
Me duele mirarla
Mirarle me hiere
Me hiere tocarla
Pues ella no quiere
Solo está el muchacho
En un banquillo sentado
Ya salió de su despacho
Para continuar despechado
“¿Por qué tan difícil es?”
Grita el joven hombre
“¡El mundo veo al revés!”
Él, grita sin nombre.
Pobre muchacho digo
Muchacho pobre él es
Pues quiere estar contigo
Y eso lo pone de pies.
Mujercita y muchacho son:
inicio de cualquier relación.
relación de drama y locura,
“amor joven no posee cordura”.
¿Por qué odiar, si tu sabes,
que odiar es negativo?
Espinas, no me claves
Tratemos de ser comprensivos
¿Por qué si yo quiero,
si quiero olvidarte,
no entiendes que no puedo
dejar de pensarte?
¿Qué me pasa, qué tengo?
Si bien me mantengo
¿Por qué no te agrado?
Si no actúo sobrado.
El muchacho ahora
Se siente tranquilo
Ha llegado la hora
De ser pensativo
Y entender el futuro
Entender que no hay
Más allá de este muro
Alegría y felicidad
Al menos no con ella
Que está prohibida
Esperemos que quien venga
Sea comprensiva.
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